sábado, 16 de julho de 2011

El verdadero nudista



É um tema importante para reflexão, o texto abaixo foi publicado numa lista de discussão espanhola (veja em  http://nudista.cjb.net. Claro que muito do contexto da questão reflete mais a realidade da  Espanha contudo acho a questão valida parar o resto do mundo.

Por Daniel Gambini



Vieja discusión aquella sobre los verdaderos y los falsos nudistas.

Yo opino que prefiero (prefiero) no hacer diferencias entre personas que se desnudan, en lo que se refiere a la condición o catalogación de “nudista”.
Opino así porque veo que en la práctica genera más problemas que buenos resultados cuando asociamos el nombre nudismo a otra cosa que no sea la desnudez.
Nada impide que se establezcan normas de convivencia y controles en las actividades de cualquier grupo, pero eso de asociar el nudismo con cualquier actitud moral no lo encuentro saludable.

Si estoy desnudo no quiero ponerme carteles de “buena persona”, “respetuoso de mí mismo, del prójimo y de la ecología”, “sexualmente discreto”, “ciudadano ejemplar”, etc., porque tanto cartel me hace sentir vestido y yo lo que quiero es estar desnudo.

Claro que una asociación de nudistas debe defender el desnudo y cualquier desnudo. No veo que cualquier federación de naturismo defienda delito alguno, haga apología de nada que no sea la desnudez, pero eso de no querer defender la desnudez cuando se trata de un falso desnudo o un desafiliado de la filosofía naturista va por la misma vereda de discriminar los buenos y los malos. 
Podemos darles carnet a los buenos y negárselo a los malos, pero llamarle nudistas a unos y a otros no, lo considero un error.

Cuando me criticaban el nudismo alegando que esas playas estaban llenas de degenerados, mirones, de personas que ocultaban una pulsión sexual y de otras tantas que la expresaban, yo les respondía que esas personas pertenecían a la sociedad represora y que iban a lugares naturistas como forma de escape, que no eran naturistas y que por el contrario estaban ahí porque la sociedad no les daba satisfacción a sus necesidades. Le devolvía la pelota a quien nos criticaba y dejaba al nudismo inmaculado.

Veo que en el afán de estar libre de pecados esa devolución de pelota deja al nudista en espejo desnudo de quien le critica. Ninguno quiere ser asociado a la inmoralidad, se la repudia y se la saca de encima tirándosela al otro.

Al final, los inmorales resultan ser más incomprendidos que los nudistas. No estamos tan mal.

Voy a decir un disparate.
Prefiero ver personas teniendo sexo en público que ver nudistas impidiendo la entrada de personas vestidas o de hombres no acompañados de una mujer para participar de actividades naturistas.

Si tuviera que optar por una o por otra escogería lo que me causa menos indignación. Al final hasta un hombre prehistórico entendería mejor el sexo que las restricciones del nudismo.

En definitiva, la clasificación de nudistas verdaderos y de otros que se desnudan sin ser nudistas es algo que solo lo entienden quienes lo proclaman.
Yo prefiero no diferenciar, incluir a todos en un mundo nudista más amplio.

Daniel



Nenhum comentário: